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Cómo salir de la "rueda de hámster": 5 claves útiles


Piensa por un momento en un hámster corriendo en su rueda. Está metido en una jaula, encerrado y no puede salir. Además, por mucho que se esfuerza por avanzar, no lo hace, ni lo hará. Desafortunadamente, esta imagen es la metáfora perfecta de aquello en lo que se convierten las vidas de algunas personas: un desgaste constante e improductivo, automático y que les mantiene estancados. Si crees que puedes estar atravesando por una situación de esta índole, queremos compartir contigo algunas estrategias para salir de la "rueda de hámster”.

Estás en un momento en el que la autocompasión es especialmente importante. Hay varios factores que han podido contribuir a colocarte en esta desagradable posición. Por un lado, la sociedad competitiva en la que estamos inmersos. Por otro lado, tu propia mochila personal, que tal vez cargue creencias limitantes y recursos insuficientes para poder actuar de un modo diferente.

La buena noticia es que, tomando conciencia de la situación y desgranando sus causas, es factible revertirla y comenzar a vivir de un modo más libre, tranquilo y saludable.
¿Estás en la rueda de hámster?

Decimos que alguien está en la rueda del hámster cuando se encuentra atrapado, enganchado en un círculo vicioso en el que, por más que se mueva, no se acerca ni un ápice a sus objetivos. Esta tesitura puede encontrarse en muy diversos ámbitos, por ejemplo:

    La persona está estancada laboralmente, pese a que tiene una sobrecarga de trabajo.
    Sus problemas financieros no mejoran por mucho que trabaje e ingrese.
    Se siente decaída, irritable, ansiosa o insatisfecha y, por más que se esfuerza, no logra sentirse mejor.
    Su relación de pareja pasa por dificultades y ninguno de sus intentos parece estar mejorando la situación.

Lo que tienen en común todas las experiencias anteriores no solo es la falta de resultados (y la frustración que esto conlleva), sino, sobre todo, el hecho de que la persona trate de avanzar, se esfuerza y no lo consigue. Y esto suele deberse a que ha caído en una repetición mecánica de la que ni siquiera es consciente.

De algún modo, sabe lo que desea conseguir, pero no sabe cómo lograrlo, y se limita a repetir patrones que son conocidos, pero al mismo tiempo poco útiles. Esto es, en cierta medida, natural; y es que al cerebro le gusta lo familiar y le asusta la incertidumbre.
Hacer lo que siempre hacemos, aunque no nos sirva, nos da una falsa sensación de seguridad. Sin embargo, es necesario que introduzcamos estímulos novedosos y nuevas formas de proceder para terminar con este ciclo improductivo.
¿Por qué nos enganchamos en la rueda de hámster?

En cada caso las circunstancias son diferentes, pero hay varios elementos que pueden estar contribuyendo a que siempre arribes a ese destino repetido tan alejado de lo que verdaderamente deseas conseguir:
El consumismo

El consumismo es con frecuencia la base del estancamiento financiero. La persona desea aumentar sus ingresos y, para ello, trabaja de forma frenética, con ambición y empeño. Sin embargo, cuando obtiene el dinero, lo dilapida adquiriendo bienes y servicios que no necesita o pagando deudas adquiridas con anterioridad. Así, rápidamente se coloca de nuevo en el punto de partida.
La productividad mal entendida

En otros casos, nos enganchamos en la rueda del hámster porque necesitamos sentirnos útiles. Equiparamos nuestra valía como personas a nuestro rendimiento, a la cantidad de tareas que cumplimos cada día y a cuánto hacemos, sin pensar en la calidad y el propósito de esas actividades en las que nos involucramos.

Por lo mismo, aunque sabemos que queremos prosperar y tener éxito, y pese a que nos mantenemos en constante acción, solo logramos una mayor insatisfacción.
Una escasa inteligencia emocional

Esta dinámica automática de la que hablamos es utilizada por muchas personas para evadirse de su propio mundo interno. Cuando las emociones negativas están presentes, y no se sabe cómo lidiar con ellas, mantenerse ocupado puede ser la única vía de escape aparente. Sabe que desea sentirse mejor, pero con esto solo incrementa el malestar y hace que a este se sume una sensación de agotamiento.
La falta de recursos personales

En relación a lo anterior, muchas veces nos mantenemos repitiendo las mismas conductas y actitudes porque no conocemos otra forma de proceder. Tal vez desees mejorar la calidad y el estado de tu relación de pareja, pero posees un estilo de apego inseguro aprendido en la infancia que te lleva a comportarte de formas que solo empeoran la situación.
¿Cómo salir de la rueda de hámster?

En cualquier caso, hay algunos pasos que puedes seguir para salir de este círculo vicioso, comenzar a acercarte a tus objetivos y mejorar tu bienestar:
1. Identifica tu patrón repetitivo

En primer lugar, date cuenta de que estás actuando en piloto automático y, una vez lo reconozcas, identifica cuáles son esos comportamientos o actitudes que repites y mantienes sin obtener resultados.
Pregúntate por qué sigues en lo mismo (bien sea por comodidad, por miedo a lo desconocido, por falta de recursos) y, desde esta comprensión, comienza a trabajar.
2. Ser, no tener

Si tienes la creencia de que el éxito se relaciona con lo que posees o con lo que puedes adquirir, es conveniente que revises esta idea. El consumismo puede traer aparejados comportamientos adictivos y estar ocultando carencias y dificultades emocionales que requieren tu atención. Deja de poner el foco en lo que tienes y empieza a valorar y trabajar en quién eres.
3. Aprende a bajar el ritmo

A muchas personas les cuesta descansar, disfrutar del ocio y estar desocupadas. Pueden sentirse culpables al asociar su valor personal con su productividad. Sin embargo, el silencio, la quietud y la calma son muy necesarias; habrá días que tengas que buscarlos porque no nos rodea precisamente un mundo social que tienda a reproducir estas propiedades en la realidad.
4. Vuelve a conectar contigo

Para salir de la rueda del hámster es crucial que dejes de mirar hacia afuera y gires la vista hacia tu interior. Conecta con lo que sientes (aunque sea desagradable), con lo que necesitas, con lo que temes y deseas. Aprende a gestionar tus emociones para que no necesites continuar con esa huida hacia adelante que te aleja de ti mismo.
5. Prueba nuevas formas de proceder

Lo más importante es que te aventures a intentar nuevas formas de hacer las cosas. Los patrones conocidos ya han mostrado ser inútiles o insuficientes, por lo que es necesario integrar nuevas creencias, nuevos hábitos y arriesgarse a lo desconocido.

Inicia proyectos que te apasionen, busca una nueva forma de administrar tus finanzas, aprende a comunicarte con tu pareja de otro modo o comienza a dedicarle unos minutos al día a la respiración consciente. El cambio que necesites dependerá de tu situación particular, pero has de tener la valentía de implementarlo.

Por último, considera que todo este proceso no será sencillo, pues la inercia de llevar años corriendo en la rueda no es fácil de detener. Por lo mismo, puede ser muy útil contar con el apoyo de un profesional que te ayude a detectar tus limitaciones, a potenciar tus fortalezas y a diseñar un plan que sí te acerque a tus objetivos.


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