Al ser un trastorno reconocido recientemente por la comunidad científica, es lógico que sea aún desconocido para la población general e incluso por muchos profesionales. Por esta razón, muchos casos de Asperger no están diagnosticados o reciben un diagnostico equivocado en una primera instancia. .
Sin embargo, es importante establecer un diagnóstico temprano en el Síndrome de Asperger para poder pautar un tratamiento adecuado y no empeorar la situación del niño, lo que significaría un cuadro de baja autoestima, fracaso escolar, depresión para el niño con Síndrome de Asperger. Te lo contamos todo acerca del diagnóstico y tratamiento del Asperger en los niños.
Cómo es el diagnóstico y tratamiento del Asperger en los niños
La mayoría de los casos de Síndrome de Asperger son diagnosticados a la edad de 7 años. Según la Asociación Americana de Psiquiatría, los criterios diagnósticos se basan en las siguientes pautas:
1. En las dificultades cualitativas de interacción social
2. En patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos, repetitivos y estereotipados que manifiestan
3. En una discapacidad clínicamente significativa en el área social, ocupacional y en otras áreas importantes del desarrollo
4. En un no retraso clínico significativo en el lenguaje
5. En un no retraso clínicamente significativo para su edad cronológica, en el desarrollo cognitivo, de habilidades de auto-ayuda y adaptación, o de curiosidad por el entorno
6. No se cumplen los criterios de otro Trastorno Generalizado del Desarrollo, o de Esquizofrenia.
Cuál es el tratamiento del Asperger en niños
Un plan de tratamiento solamente se puede establecer cuando existe un trabajo conjunto entre padres, educadores y médicos. Sin embargo, hay que considerar algunas reglas de protección para un niño con Síndrome Asperger, y que necesitan ser cumplidas:
1. No les gusta que se rompa su rutina. Deben ser previamente preparados cuando haya que aplicar algún cambio en su vida.
2. Se deben aplicar las reglas con mucho cuidado y con cierta flexibilidad.
3. Utilizar las áreas de aprendizaje que le interesen. Los profesores deben aprovechar a tope las áreas que despierten el interés del niño, e intentar que las enseñanzas sean concretas y objetivas.
4. Se puede recompensar con actividades que interesen al niño cuando él haya realizado alguna tarea de forma satisfactoria.
5. Utilizar las herramientas visuales en la educación de estos niños porque suelen responder muy bien a las mismas.
6. Evitar la confrontación. Ellos no entienden muestras rígidas de autoridad o enfado. Se pueden volver inflexibles y testarudos.
7. Hay que enseñarles a que hagan amigos, fomentando su participación en grupo, y reforzando a los compañeros que también lo estimulen a participar. Normalmente, la medicación está contraindicada en el proceso de tratamiento. Sin embargo, en situaciones concretas, como los estados de ansiedad, depresión o de falta de atención, sí la pueden utilizar, siempre bajo la orientación estricta del médico.