Empecé a escribir para poder gritar. Cuando te dan el diagnóstico de autismo en el hijo en el que te has proyectado desde que nació, para el que has soñado un futuro, se muere ese hijo y es un duelo largo y duro, por el niño que es, pero el adulto que ya no será. No era capaz de hablar y escribiendo podía canalizar lo que sentía.
No tenía intención de escribir un blog ni de publicar un libro, pero cuando llevaba tres meses escribiendo para mí, me di cuenta que todo lo que yo estaba haciendo para sobrellevar el duelo, para formarme y hacer la terapia a Mario, podía servir a otras personas. Por eso, publiqué el blog y se extendió rápidamente.En un síndrome neurológico (no una enfermedad mental ni una discapacidad intelectual y aquí pienso trabajar duro para destruir los mitos actuales que lo relacionan) que afecta a tres áreas: la socialización, la comunicación y la flexibilidad. Las personas con autismo, (sobre todo, si no han tenido terapia intensiva) tienen dificultades para tener relación con otras personas. En el caso de los niños, parece que no muestran interés en relacionarse con otros, o si lo intentan se encuentran con el gran problema de no saber cómo hacerlo. En ocasiones, tienen problemas para hablar (en el caso de Mario, por ejemplo) y en otros su forma de hablar es excesivamente pedante o fuera de lugar.
¿Qué consejos darías a los padres para interiorizar y aceptar el autismo en la familia?El autismo es muy difícil de explicar a los allegados porque físicamente nada diferencia a estos niños de los otros. Y además de aceptar el problema del autismo, existe otro gran problema en la sociedad que es el qué dirán, y esto a veces nos duele más que el propio duelo. Por ello, es importante que sepan ponerse en el lugar de los padres.
También creo que es fundamental formarse lo más posible, cambiar la forma de relacionarse con tu hijo, hablarle siempre agachado, mirándole de cerca, que él sienta que le entiendes. No es que no quiera estar en este mundo conectado con nosotros, es que le cuesta entenderlo. Además hay otro libro muy importante que todos deben leer, es la 'biblia' para nosotros, las familias, se llama 'More than words', lo tenemos traducido en nuestra asociación, por si alguien lo necesita. Ayuda a aprender a comunicarse con tu hijo y a sacar lo mejor de él.¿Qué has aprendido de tu hijo Mario?
Que la impaciencia no existe, nos la inventamos los adultos cuando queremos sacar rabia y necesitamos una excusa. Que Mario se esfuerza más que nadie por agradar. Que los niños con autismo son muy afectivos, pero hay que meterse en su mundo primero, si no no lograremos atraerlos hacia el nuestro. Que tenemos que respetar y fomentar sus intereses, y no solo de los niños con autismo, sino de todos los niños y no obligarlos a que se interesen por lo que nosotros queremos. Mario me ha dado la llave para la felicidad, que me ha explotado dentro después de muchos meses de duelo y ahora cada día es un paraíso (con sus dificultades, claro, pero un paraíso).¿Cómo se consigue comunicar con un niño con autismo?
Hay técnicas y métodos de enseñanza. Son aprendices visuales. En nuestro caso primero tuvimos que trabajar la relación imagen-objeto, porque no hablaba en parte porque no lo relacionaba. Con mucho trabajo, le hacía terapia a Mario todos los días 35 minutos, y fue conectando. Pero antes que eso hay que enseñarle a comunicarse y antes, a tener interés en comunicarse, que es lo más difícil. Para ello, primero hay que meterse en sus intereses. Pongo un ejemplo tonto. Si está todo el día tumbado en el suelo (era el caso de mi hijo Mario) en vez de reñirle y hacer que se ponga de pie, túmbate con él en el suelo e imítale. Imitar es una de las mejores fórmulas para que él al final se fije en ti. Si está tocando el tambor, coge tú otro palo de tambor, o una cuchara, túmbate a su lado e imítale. Con el tiempo él te mirará y poco a poco mostrará interés en interactuar contigo.