La empatía, a grandes rasgos, es la capacidad que tiene una persona para ponerse en el lugar de otra. Es decir, ser capaz de entender la situación y los sentimientos que está viviendo otra persona. Ser una persona empática no es una tarea fácil y, en muchas ocasiones, requiere una serie de condiciones previas.
Por todo ello, te explicamos qué es la empatía, qué rasgos tiene una persona empática, qué beneficios tiene y qué podemos hacer para fomentarla. Asimismo, te proponemos un ejercicio de reflexión
¿Qué es la empatía?
Tal y como define la RAE (2019), es el sentimiento de identificación con alguien o la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos. Además, es uno de los requisitos de la inteligencia emocional y está relacionada con la compresión, el apoyo y la escucha activa.
Es la capacidad para entender los sentimientos y las emociones de una persona incluso cuando lo está pasando mal. Es importante no confundirla con emociones como la compasión, puesto que en este último caso la persona, a parte de ponerse en el lugar del otro, también intenta ponerle fin a su sufrimiento. Es decir, la empatía es un requisito para la compasión, pero la compasión implica también poner fin al sufrimiento mientras que en la empatía no necesariamente.
Qué características tienen las personas empáticas
Para ser una persona empática hay que reunir una serie de características:
- Sensibilidad y sentir lo que otros sienten. Las personas empáticas son sensibles y entienden los sentimientos de los demás. Sin embargo, en ocasiones esto puede ser un arma de doble filo porque pueden sentirse obligados a involucrarse de manera activa con el otro, aunque el conflicto no tenga que ver con ellos mismos.
- Les gusta escuchar. Escuchan de manera activa, es decir, no se limitan a oír lo que la gente dice. Se concentran en lo que la otra persona les está diciendo, analizan el porqué de que la persona se siente como se siente, lo legitiman y dan respuestas acordes a ello.
- No son extremistas. No creen que todo sea blanco o negro, saben que hay una bonita gama de grises en medio. Por ejemplo, cuando les surge un conflicto no se posicionan fácilmente, intentan buscar respuestas intermedias.
- Son respetuosas y tolerantes. Las personas empáticas respetan las decisiones de los demás, aunque ellos no hubiesen tomado esas mismas decisiones. Por ejemplo, María y Juan son hermanos. Juan se ha enfadado con sus padres porque no le han apoyado en uno de los momentos más importantes de su vida. María a pesar de que no habría actuado de la misma manera, respeta a Juan, es empática, entiende la situación y le ofrece su apoyo.
- Entienden la comunicación no verbal. Se fijan tanto en el lenguaje verbal como en el no verbal. Atienden a gestos, miradas, inflexiones y tonos de la voz, etc. Con lo que consiguen no solo entender el mensaje verbal, si no extraer el mensaje emocional que el lenguaje no verbal contiene.
- Creen en la bondad de las personas. Cuando conocen a alguien, aunque esa persona tenga "mala fama”, presuponen que la persona es buena hasta que no les demuestre lo contrario. Creen que la gente es buena por naturaleza.
- Pueden tener un estilo de comunicación pasivo. En ocasiones, el intentar entender a los demás puede hacer que dejen de lado sus propios intereses y derechos. Por ejemplo, en el caso de María, decide ser empática y apoyar a su hermano, aunque eso le suponga tener un conflicto con sus padres.
- Hablan con cuidado. Miden siempre sus palabras porque saben que según cómo digan las cosas pueden hacer daño a la otra persona. Intentan ser cuidadosos y expresarse con tacto teniendo el menor impacto negativo en el otro.
- Entienden que cada persona es diferente. Comprenden que cada persona tiene unas necesidades y que todos somos diferentes. Saben tratar a cada persona acorde a sus circunstancias.
Qué beneficios tiene la empatía
Los beneficios que tiene ser empático son muchos y muy buenos. Entre los principales se encuentran: ayuda a sentirte mejor contigo mismo, ayuda en la resolución de problemas, desarrolla las habilidades sociales, ayuda a tener respeto por el resto de personas, ayuda a conectar mejor con otras personas, sube la autoestima propia, nos hace ser respetables, ayuda a ser justos, ayuda a no juzgar a otros, fomenta el desarrollo emocional, contribuye a la inteligencia emocional, etc.
Cómo fomentar la empatía
Existe una serie de tareas que se pueden realizar para fomentar la empatía. Te mostramos algunas de las más importantes:
- Desarrolla la escucha activa. Fue descrita por Carl Rogers, se trata de una técnica de comunicación que hace que sepamos escuchar y entender lo que la otra persona nos dice y que a la vez sepamos transmitirle que lo hemos entendido. No se trata solo de oír, sino de escuchar y entender. Es importante que desarrolles la escucha activa porque como hemos visto es una característica de las personas empáticas. Aprende a escuchar lo que los otros te dicen mientras que tratas de entenderlo y ofreces un feedback (retroalimentación).
- Vive sin prejuicios. Como hemos visto, las personas empáticas son respetuosas, tolerantes y no juzgan a los demás. Quizás no estés de acuerdo con las decisiones de otras personas, pero tienes que tratar de tomar distancia y entenderlas, aunque tú no hubieses actuado de la misma manera.
- Sigue pautas saludables. Concéntrate en las expresiones verbales y no verbales de la otra persona, contesta de una manera adecuada, responde en un tono afectivo similar al de la otra persona, muestra interés por lo que te está contando, concéntrate en lo que no expresa con palabras, etc. (Bados y García, 2011).
- Entiéndete a ti mismo. Para entender al resto de personas y ser empático con ellas primero lo tenemos que serlo con notros mismos. Intenta entenderte, conocerte y ser empático con tus propios sentimientos y acciones.
Ejercicio de empatía
Te proponemos un ejercicio para que intentes aumentar tu empatía. Este ejercicio fue propuesto por García-Grau, Fusté, Balaguer, Ruíz y Arcos (s.f.).
En muchas ocasiones nos cuesta tener empatía con una persona en concreto. Por ello, te recomendamos que pienses en esa persona y que cojas un papel para que puedas escribir la respuesta a las preguntas que te planteamos. En cursiva te mostramos un ejemplo de cómo tendrías que hacerlo.
1. Apunta el nombre de esta persona y la relación que tiene contigo.
Ver ejemplo |
2. Describe las situaciones en las que te resulta difícil ser empático con esta persona.
Ver ejemplo |
3. Describe qué hace la otra persona para que te resulte difícil ser empático con ella (por ejemplo, actitudes, expresiones, etc.).
Ver ejemplo |
4. Describe lo que la actitud de la otra persona te hace sentir.
Ver ejemplo |
5. Reflexiona acerca de por qué la otra persona podría estar actuando de la manera que lo está haciendo.
Ver ejemplo |
6. Piensa en qué situaciones tú actúas de la misma manera que esa persona.
Ver ejemplo |
7. Adopta la forma de construir la realidad de la otra persona.
Ver ejemplo |
Conclusiones
En resumen, la empatía es la habilidad que pueden tener las personas para ponerse en el lugar de otros. Está relacionada con el apoyo, la compresión y la escucha activa. Las personas empáticas saben escuchar, son sensibles, tolerantes, etc. Además, ser empático tiene muchos beneficios, como el aumento de la autoestima o el desarrollo emocional. La empatía se puede entrenar y desarrollar mediante la escucha activa, el respeto y una serie de actividades y pautas.