Los diferentes tipos de conflictos derivan de las diferentes formas de desacuerdo. Esto se debe a que, en algunas ocasiones, los intereses o los objetivos de dos o más personas o grupos son divergentes. A veces las diferencias son tan grandes que es imposible llegar a un acuerdo.
Lo que caracteriza a todos los tipos de conflictos es la presencia de posiciones que son excluyentes, bien sea de manera parcial o total. Esto lleva a que, en principio, no sea posible la coexistencia de esas dos posiciones. Por lo tanto, o una de las dos se impone a la otra o se llega a una alternativa que satisfaga a las partes involucradas.
La importancia de conocer los diferentes tipos de conflictos estriba en que esto permite delimitar mejor la clase de desacuerdo, facilitando caminos de solución. En general, podemos hablar de tres tipos de conflictos, como veremos a continuación.
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"La concordia hace crecer las pequeñas cosas, la discordia arruina las grandes”.
-Salustio-
Pareja sumergida en una discusión
1. Tipos de conflicto según el contenido
Cuando se habla de tipos de conflictos por contenido se hace referencia a las motivaciones o propósitos explícitos que marcan el choque. Desde ese punto de vista, encontramos las siguientes posibilidades:
Conflicto de poder. Tiene lugar cuando el dominio o la legitimidad de un poder son cuestionados por otra instancia de poder. No es negativo en sí mismo, ya que esto fomenta los contrapesos en las democracias.
Conflicto de intereses. Ocurre cuando los objetivos de una persona o grupo se oponen en alguna medida a los objetivos de otra persona o grupo. Lo que beneficia a unos puede perjudicar en alguna medida a otros.
Conflicto de valores. En este caso lo que se opone entre sí es la jerarquía de los valores o los valores mismos. Hay dos o más sistemas éticos en pugna y las partes perciben que validar al otro implica sacrificar la propia cosmovisión.
Conflictos de personalidad. Corresponde a las divergencias que se producen por formas de ser y de actuar que son incompatibles. Como cuando alguien es muy ruidoso y a otra persona le molesta esto.
Conflictos de comunicación. En este caso quizás no hay un conflicto real, sino una mala gestión de la comunicación. Esto lleva a profundizar o remarcar diferencias que quizás no son tan relevantes.
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2. Conflictos según la interacción
Los tipos de conflictos también se pueden clasificar en función de quiénes participan en ellos. Esta categorización es útil para definir quiénes son los sujetos activos en una discrepancia. Esto también ayuda a delimitar las posibles vías de solución. Desde este punto de vista encontramos los siguientes tipos de conflictos:
Intergrupal. Es el que se produce entre dos o más grupos. En este caso, el conflicto involucra a colectividades que están en pugna. El ejemplo más evidente es una guerra.
Intragrupal. Ocurre cuando dentro de un grupo se forman facciones que se enfrentan o generan tensiones entre sí. Puede ocurrir en cualquier tipo de grupo, incluyendo la familia, por ejemplo.
Interpersonal. Tiene lugar cuando quienes tienen el conflicto son dos individuos específicos. Este no involucra de forma directa a ningún colectivo. Un ejemplo son los conflictos entre dos compañeros de trabajo o en la pareja.
Intrapersonal. Este es un tipo de conflicto diferente a todos los demás. En este caso no hay divergencia con otros, sino que el campo de batalla es uno mismo. Hay fuerzas, motivaciones o intereses encontrados en la persona misma.
Amigas discutiendo
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3. Conflictos según el nivel de realidad
Este tipo de conflictos puede parecer sorprendente en un principio, pero son muy frecuentes. En este caso, el factor definitivo es la percepción y la intención. Se refiere a que no todos los conflictos son igual de reales, ni tienen las mimas implicaciones en el plano práctico. Dentro de este grupo encontramos los siguientes tipos de conflictos:
Real. Es el conflicto que existe de forma objetiva. Hay, efectivamente, objetivos, intereses o actitudes que chocan entre sí.
Imaginario. Corresponde a los casos en los que no hay conflicto objetivo, sino una percepción errónea. Una persona cree que hay divergencias con otra, cuando en realidad no es así. Lo percibe de ese modo, sin que sea cierto.
Inventado. Se trata de un conflicto imaginario, pero en este caso se genera de forma deliberada. Se fundamenta en la mentira y en la manipulación. Por ejemplo, cuando alguien acusa a otro de ser agresivo para dañar su imagen frente a otros.
Hay que aclarar que todos los tipos de conflictos tienen también diferentes niveles de intensidad. En algunos casos no pasan de ser una tensión leve, mientras que en otros llegan a tener consecuencias importantes.