La autoestima es la percepción que tenemos de nosotros mismos. Hay personas que tienen una buena autoestima y que están satisfechos consigo mismos. Sin embargo, hay otras que tienen baja autoestima y esto les produce una serie de consecuencias negativas en su día a día como, por ejemplo, pensar que lo que son y lo que hacen es menos válido que lo que hacen y son los demás.
Como se puede ver, tener una buena autoestima es importante. Por ello, te explicamos detalladamente qué es la autoestima, qué consecuencias tiene la baja autoestima, qué características tienen las personas con baja autoestima y qué podemos hacer para potenciarla.
No hay un consenso acerca de qué definición es la más adecuada. Sin embargo, la mayoría de los autores la definen como la confianza que tiene una persona en sí misma o como la valoración que una persona hace de sí misma. Se trata de un constructo muy importante porque está relacionada con la felicidad. El cómo nos vemos condiciona nuestra vida. Güel y Muñoz (2000) destacan que las personas que tienen una buena autoestima saben resistir las críticas, se abren mejor a los demás, aprenden a pedir ayuda y por ello les resulta más gratificante vivir.
La autoestima también puede ser denominada autoimagen o autoconcepto, aunque no quieren decir exactamente lo mismo. El autoconcepto se refiere a lo que pensamos de nosotros mismos y la autoimagen a la imagen física que percibimos de nosotros. El autoconcepto y la autoimagen, entre otras cosas, pueden hacer que nuestra autoestima sea una u otra. Por ejemplo, si lo que pensamos de nosotros mismos es positivo y además creemos que somos físicamente atractivos, nuestra autoestima probablemente será alta.
La falta de autoestima puede estar relacionada con procesos depresivos. Al fin y al cabo, si creemos que no somos válidos o que el resto es mejor que nosotros, siempre estaremos insatisfechos con nuestra persona y esto contribuirá a padecer trastornos depresivos o del estado del ánimo. Te contamos algunas de las consecuencias más comunes.
Es de vital importancia poder conocer las características de las personas que tienen una baja autoestima para poder identificarlas y de esta manera poder ponerles solución. A continuación, te explicamos las más relevantes.
Las personas con baja autoestima suelen quejarse frecuentemente sobre diferentes aspectos de la vida. También tienen tendencia a echar la culpa a los demás de lo que les pasa. De esta manera se quitan responsabilidad de lo que les ocurre.
Cuando tienen que hacer alguna tarea que tiene cierta dificultad tienden a pensar que no son capaces de hacerlo y se pueden dar por vencidas.
Las personas con baja autoestima sobrevaloran la opinión de los demás y las utilizan como criterios para valorarse a si mismas. Por ejemplo, si una persona le hace una crítica negativa a su trabajo pueden llegar a pensar que no valen para nada y que todo lo hacen mal.
Las personas asertivas respetan sus derechos y los derechos de los demás. Como ya vimos anteriormente, también existe el estilo comunicacional pasivo y el agresivo. Las personas con baja autoestima pueden adoptar cualquiera de estos dos últimos.
Ser una persona agresiva no significa tener una autoestima alta. Todo lo contrario, la agresividad se relaciona ampliamente con la baja autoestima. La agresividad se puede generar cuando una persona tiene una mala imagen de sí misma y esto le genera ansiedad que puede derivar en un comportamiento agresivo y hostil hacia otras personas.
Cuando una persona les hace una crítica no la aceptan y se sienten avergonzadas.
Estas personas, por norma general, no suelen tomar la iniciativa para iniciar relaciones sociales. La baja autoestima lleva a la persona a adoptar una actitud pasiva en las relaciones sociales ya que tienden a pensar que no son dignas de recibir afecto por la poca validez personal que perciben de si mismos.
Las personas con baja autoestima suelen pensar que sus criterios para tomar decisiones no son los correctos y por tanto tienden a no tomar decisiones. Esperan a que los demás decidan por ellos ya que piensan que los demás tienen más capacidad que ellos mismos para tomar buenas decisiones. También delegan en los otros las decisiones para complacerlos.
Piensan que lo que hacen no tiene valor, infravalorar sus logros y por contra sobrevaloran sus fallos o errores.
Piensan que todo les va a salir mal y que no van a saber solucionar los problemas que les ocurren y por tanto evitan enfrentarse a ellos.
El pensamiento que tienen sobre sí mismas puede hacer que no lleguen nunca a lograr sus metas porque consideran que no tienen suficientes recursos para alcanzarlas.
Si identificas que tienes una baja autoestima lo más indicado sería que intentases ponerle solución. Te mostramos algunas recomendaciones para que puedas desarrollarla.
Rosemberg, desarrolló una escala de autoestima que te puede ayudar a determinar si tienes una alta o una baja autoestima. Esta escala tiene buenas propiedades psicométricas. Sin embargo, debes tener presente que el resultado es orientativo y que nunca debería utilizarse como autodiagnóstico clínico (COP, s.f.).
Responde a las siguientes preguntas:
1. Siento que soy una persona digna de aprecio, al menos en igual medida que los demás.
2. Estoy convencido de que tengo cualidades buenas.
3. Soy capaz de hacer las cosas tan bien como la mayoría de la gente.
4. Tengo una actitud positiva hacia mí mismo/a
5. En general estoy satisfecho de mí mismo/a.
6. Siento que no tengo mucho de lo que estar orgulloso/a.
7. En general, me inclino a pensar que soy un fracasado/a
8. Me gustaría poder sentir más respeto por mí mismo.
9. Hay veces que realmente pienso que soy un inútil.
10. A veces creo que no soy buena persona.