¿Has escuchado alguna vez la palabra saudade? El escritor portugués Francisco Manuel de Melo (1608-1666) la definía como "un bien que se padece y un mal que se disfruta” . Este concepto portugués, aunque no tiene una traducción literal, tendría dos palabras hermanas en castellano: la melancolía y la nostalgia.
Pero, ¿qué diferencias entre melancolía y nostalgia encontramos? ¿Por qué podemos afirmar que no son los mismos sentimientos, o emociones?
"Ninguna nostalgia se siente tan fuerte como la nostalgia por las cosas que nunca existieron”.
-Rabih Alameddine-
Melancolía y nostalgia: dos intensas emociones
Las emociones forman parte de nuestra vida; nos guían y nos orientan a la hora de tomar decisiones. Estas se definen como "reacciones psicofisiológicas que representan modos de adaptación del individuo cuando percibe un objeto, persona, lugar, suceso o recuerdo importante".
Hay emociones más básicas y primarias, y otras más complejas (e intensas); entre estas últimas encontramos dos que tienen una especial relación: la melancolía y la nostalgia. Vamos a conocerlas con un poco más de profundidad.
Las principales diferentes entre melancolía y nostalgia
Para conocer las diferencias entre melancolía y nostalgia, empecemos por una definición genérica de cada emoción.
Melancolía: tristeza y "morriña”
En el caso de la melancolía, hablamos de "un estado anímico permanente, vago y sosegado, de tristeza y desinterés, que surge por causas físicas o morales, por lo general de leve importancia”. Como curiosidad, los gallegos identifican un origen frecuente de esta melancolía; hablamos de la "morriña”, aquella emoción de anhelo que aparece cuando se echa de menos todo lo relacionado con la tierra natal.
En portugués también tiene una traducción aproximada, como veíamos en la introducción, a través del concepto saudade. Esta palabra no tiene una definición perfectamente acotada (aunque la aproximación sería esta), y los portugueses más arraigados aseguran que "la saudade no se explica, se siente".
"Melancolía: manera romántica de estar triste”.
-Mario Quintana-
Nostalgia: añorar algo que nos hizo felices
Por su parte, la nostalgia es "un sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo queridos". Paniagua, en un artículo para la Revista de Humanidades, propone que es la evocación de recuerdos queridos lo que caracteriza la nostalgia.
Cuando nos ponemos nostálgicos suele ser porque estamos pensando en algo del pasado que vivimos intensamente, y cuando rememoramos un recuerdo feliz.
"La nostalgia es un archivo que elimina las asperezas de los viejos tiempos”.
-Doug Larson-
Por qué melancolía y nostalgia no son lo mismo
Así, nostalgia y melancolía, aunque puedan parecer conceptos similares, porque ambos implican una emoción que nos lleva a mirar al pasado, a echar de menos y a anhelar, realmente no son lo mismo.
Para empezar, la melancolía se suele vivir como algo desagradable (o si más no, triste), pero en la nostalgia no sucede exactamente así (esta puede vivirse de forma más amena). Vamos a ver cuáles son las diferencias más importantes entre ambos conceptos:
1. La existencia de una pérdida
Cuando sentimos melancolía no necesariamente hemos experimentado una pérdida (aunque puede haber existido, no siempre es así). Podemos sentir melancolía por algo que querríamos tener y que nunca hemos tenido, por ejemplo. O podemos echar de menos algo que sigue ahí, pero que está lejos (como en el caso del duelo migratorio).
En cambio, cuando sentimos nostalgia, es porque pensamos en algo del pasado que ya no tenemos (aunque ya no lo vivamos como una pérdida). Sentimos nostalgia por un recuerdo pasado, por alguien que ya no está… Normalmente, por eventos o personas que nos hicieron felices.
2. La presencia de pena
Ante el sentimiento de melancolía, experimentamos cierta pena y desasosiego; no es una emoción agradable de transitar. En cambio, en la nostalgia no existe esta pena. Es, en cierta forma, una emoción más agradable; cuando la experimentamos, sí podemos anhelar algo, pero es más bien una sensación bonita, que nos lleva a honrar y agradecer nuestro pasado.
3. Estado de ánimo bajo
La melancolía nos deja en un estado de ánimo bajo, porque va acompañada de esa pena que comentábamos, de una profunda tristeza. En el caso de la nostalgia, el estado puede mantenerse igual, o incluso, mejorar, cuando pensamos en cosas bonitas que hemos vivido. Así, en la nostalgia podemos sentirnos felices y alegres, y en la melancolía sucede precisamente lo contrario.
4. Querer volver al pasado
Aunque esto es muy personal, en general, la melancolía es una emoción que nos lleva a querer volver al pasado, a querer quedarnos en él. Nos entristece pensar que no estamos ahí; por ello es una emoción donde la pena y la desdicha son protagonistas.
En cambio, la nostalgia no es tanto el deseo de querer volver el pasado, sino más bien, el deseo de querer recordarlo. Es una oda al pasado, un pequeño homenaje, como un flash que viene a nuestra mente y que nos hace sonreír.
Melancolía y nostalgia: cada uno las vive a su manera
Hemos visto algunas de las diferencias entre melancolía y nostalgia, aunque lógicamente, cada persona experimentará estas emociones de forma diferente y única. Por ello, hay tantas melancolías y tantas nostalgias como personas en el mundo. En este artículo tan solo hemos intentado desgranar las partes de cada concepto que sí se pueden diferenciar, aunque, insistimos, es muy difícil "encasillar” a las emociones.
Sea como sea, ambas emociones son la prueba de que hemos vivido, sentido y seguramente, también amado intensamente. Sentir tanto melancolía como nostalgia es el precio de estar vivos. Si sentimos estas emociones, aunque a veces nos generen pena y tristeza (más la melancolía que la nostalgia), no intentemos reprimirlas, sino todo lo contrario. Intentemos averiguar el mensaje que traen consigo, qué nos están queriendo decir; seguramente, ese mensaje es un tesoro para el alma.