Si tu hijo te vio discutir con tu pareja
Los conflictos pueden asustar a tus bebés y niños, especialmente porque el tono de voz puede subir, la expresión facial cambia y la rigidez del cuerpo también. Muchas veces pensamos que nuestros pequeños no entienden estas situaciones y evitamos enfrentarlas explicando qué pasó y por qué sucedió el problema, dejándolo pasar la mayoría de veces.
La próxima vez que tu hijo presencie/ escuche un conflicto con otra persona (ya sea el otro cuidador, la abuela o un desconocido) asegúrate de que también presencie la reparación, el momento en el cual el conflicto se resuelve. Es importante que no saltes este paso, para que ellos aprendan a solucionar una situación saludablemente, en lugar de evadirla o en todo caso de no hacerse responsables afectivamente.
En otras palabras, nos referimos a: las disculpas, el apretón de mano si es un desconocido, el abrazo, el beso y/o la expresión de amor si es alguien cercano.
La clave reside en la reconciliación. Tómate un tiempo también para explicarle de que las personas tenemos desacuerdos, opiniones distintas (que no debemos callar lo que pensamos o sentimos) y que cuando hay un desencuentro el vínculo siempre hay posibilidad de enmendarlo.
Este artículo hace referencia a los conflictos naturales y que surgen de vez en cuando. No a las situaciones donde los niños están expuestos a situaciones de violencia y conflictos constantes.
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