La moral comprende todo ese conjunto de principios y normas que establecen lo que es «bueno» o «malo» para un determinado grupo. Se trata de un perenne y transversal a las sociedades humanas, sin importar la época o el lugar del que estemos hablando. Aunque la moral es dinámica, hay algunos valores que parecen estar presentes en todos los tiempos y culturas. Por ejemplo, la justicia, la honradez, la valentía, el respeto y la generosidad, entre otros. Básicamente, todas estas virtudes son consideradas valiosas, sin importar de qué sociedad estemos hablando.
En la moral occidental se tiene muy en cuenta la intención. Una supuesta buena obra efectuada con segundas intenciones tiene poco valor; en cambio, un acto aparentemente reprochable, pero llevado a cabo por accidente, resta gravedad al asunto. En muchas culturas no occidentales es raro que se considere válida la intención. Veamos otras curiosidades sobre el tema.
«Con la moral corregimos los errores de nuestros instintos, y con el amor los errores de nuestra moral».
-José Ortega y Gasset-
Algunas curiosidades de la moral
En términos de la moral, bien puede aplicarse la vieja máxima: «dime de qué ostentas y te diré de qué careces». Así lo establece un estudio llevado a cabo por el doctor S. J. Reynolds y publicado en el Journal of Applied Psychology. La investigación se llevó a cabo con 230 estudiantes de postgrado, a quienes se les pidió que se definieran moralmente a sí mismos. Después, se hizo un seguimiento detallado a su conducta.
Los resultados refuerzan la hipótesis de que todos aquellos que se habían calificado como «buenas personas » o «de alta moral» también eran los que más hacían trampa en los exámenes. Al mismo tiempo, esto no les preocupaba, pues creían que otros actos morales de su parte los eximían de esas faltas menores.
Parece que algo similar ocurre con algunas de las personas que tienen fuertes convicciones religiosas. Una investigación adelantada por científicos de Estados Unidos y Canadá encontró que no había diferencias significativas entre el comportamiento moral de los creyentes y el de los agnósticos. El único contraste significativo era el hecho de que las personas religiosas sentían más culpa y remordimiento cuando actuaban mal.
Un estudio sobre el origen de la moral
Desde hace mucho tiempo, los filósofos y los científicos se han preguntado si la moral es algo innato o aprendido, ya que sobre este aspecto todavía hay muchas dudas. En todas las culturas del mundo, y a lo largo de toda la historia, las sociedades han establecido castigos para quienes tienen una conducta que hace daño a alguno de los miembros del grupo.
Para indagar sobre este asunto, el doctor Yasuhiro Kanakogi, de la Universidad de Osaka, adelantó una investigación con bebés de 8 meses. La pregunta era si a esa temprana edad ya había algunas señales de comportamiento moral.
Para constatarlo, el equipo de investigadores familiarizó a los bebés con un sistema informático. Este les presentaba dibujos animados. Si los pequeños observaban fijamente a alguno de los personajes, este se destruía. Una vez que los niños entendieron el funcionamiento, se les presentaron imágenes de personajes que le hacían daño a otros.
El resultado fue sorpresivo para los científicos. Todos los bebés emplearon su «poder» para eliminar al personaje antisocial. En los resultados del estudio se indicó que quizás la moral, o buena parte de esta, es producto de la evolución humana y que, por lo tanto, estaría presente de manera innata en el hombre.
La moral en los animales
Otra de las preguntas que inquieta a muchas personas es esta: ¿los animales no humanos tienen moral? El interrogante surge porque diariamente, y en especial con las mascotas, se descubren conductas que parecieran sugerir una cierta distinción entre el bien y el mal, más allá del instinto.
Hay dos libros recientes e interesantes que precisamente abordan este tema: ¿pueden tener moral los animales?, de Mark Rowlands; y Wild Justice: La vida moral de los animales, de Marc Bekoff y otros. En ambos se narran casos como el de un león que protege a un bebé, o chimpancés que castigan a quienes les quitan la comida a sus pares.
Hay referencias a monos Rhesus que se negaron a aplicarle una descarga de electricidad a sus pares, incluso cuando estaban hambrientos y a cambio podían anticipar que recibirían comida. También de perros que arriesgan su vida para salvar la de otros caninos. Aunque no hay conclusiones definitivas al respecto, todo indica que los animales no humanos también tienen un sentido de la moral.
