A veces debes permanecer en un trabajo que no te gusta porque no tienes alternativa. Es posible que las ofertas laborales sean escasas o que tu puesto actual tenga algunos beneficios comparativamente mejores y eso frene la búsqueda de nuevos horizontes. Sea cual sea la razón, lo cierto es que esta es una situación al menos incómoda.
El punto es que, si toca estar en un empleo que no te agrada, la peor opción es «recrearte» en la amargura. Puede que no estés en la condición ideal, pero, de todos modos, es posible manejarlo de manera adecuada para que no se convierta en una fuente continua de malestar.
Si simplemente dejas la situación tal y como está, lo más probable es que tenga un efecto negativo en tu productividad. Y lo que es más grave, en tu estado de ánimo. Vale, tienes que seguir en ese trabajo, pero puedes tomar algunas medidas que hagan que la realidad no condicione demasiado tu ánimo ni tu calidad de vida.
«Desearía que viviéramos en una sociedad en la que hubiese mejores formas de cuidar a nuestros trabajadores para ayudarlos a encontrar maneras de hacer su trabajo entretenido o a tener más opciones de moverse de empleo si no lo encuentran placentero».
-Mollie West Duffy-
1. Identificar qué causa el descontento
Para darle un giro a la situación, lo primero es precisar cuál es el motivo de tu inconformidad con el trabajo. Lo más habitual es que la labor no coincida con tus intereses o que no veas posibilidades de desarrollo. También es común que la actividad resulte demasiado aburrida o rutinaria, o que el salario no sea lo suficientemente bueno.
Lo que sigue es adoptar una actitud proactiva , enfocada en la solución. ¿Hay alguna manera en que puedas rediseñar aquello que no te gusta? El trabajo, ¿coincide en algún punto con tus intereses más genuinos? ¿Existe alguna posibilidad de crecer, aunque no sea la ideal? ¿Es posible cambiar la rutina de aluna manera? ¿Crees que es posible manejar las finanzas de modo que puedas «estirar» tus ingresos?
2. Intenta encontrar un propósito dentro de ese trabajo que no te gusta
Es muy probable que si permaneces en un trabajo que no te agrada es porque tienes un motivo poderoso para hacerlo. Por lo general, tal motivo es económico o el miedo al cambio.
Pero, ¿qué tal si piensas también en el sentido que tiene tu trabajo? ¿En el bienestar que les produce a otras personas, incluso desconocidas? De seguro, lo que haces tiene un valor social y si dejaras de hacerlo habría alguna consecuencia desagradable. Reflexiona sobre lo que le aportas a la comunidad y a la sociedad.
3. No verlo como algo pasajero, sino como tu presente
Quizás veas ese trabajo cono una especie de paréntesis en tu vida. Tal vez pienses que en cualquier momento llegará una oportunidad mejor y saldrás de ahí. Si hay probabilidades de que esto suceda, magnífico. Si solo es una aspiración, sin mayor base, es probable que estés adoptando una perspectiva muy poco productiva.
Tu vida sucede ahora, no en el futuro. Por lo tanto, no es acertado vivir en función de algo que quién sabe si llegará. Lo mejor es «tomar el toro por los cuernos» y comprometerte con tu presente. ¿Qué tal si le haces una oferta a tu organización, que se ajuste mejor a lo que quieres o buscas? Diles: «Soy bueno en otra cosa», no esperes a que te lo pregunten. Investiga las opciones de cambio de cargo en la empresa.
4. Hallar motivaciones
Un buen camino para permanecer en un trabajo que no te gusta, sin que eso arruine tu bienestar, es capacitándote en algo asociado a tu labor. Esto podría abrirte las puertas para un nuevo cargo, un ascenso o algún cambio.
Siempre hay algo nuevo que aprender y es muy probable que emprender un proceso de aprendizaje sea revitalizante. Podrías sugerirle a tu mánager que se realice alguna capacitación en la organización o un convenio de aprendizaje mutuo con otra área de la compañía.
5. Pedir retroalimentación
A veces es importante pedir feedback a jefes y compañeros. Puedes preguntar directamente cómo piensan que sería más sencilla o agradable determinada labor. Asimismo, indagar por tu desempeño y tratar de identificar en qué mejorar. Es posible que esto termine incrementando tu motivación.
Permanecer en un trabajo desagradable no es fácil. De todos modos, si no tienes opciones a la vista, lo más inteligente que puedes hacer es tratar de adaptarte de la mejor forma posible a esa situación. Es posible que suscribiéndote a algunas de las estrategias mentales que hemos descrito, lo consigas.