El gaslighting es un término relativamente nuevo que hace referencia a un tipo de abuso psicológico en el que se manipula a una persona con el fin de que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Algunos ejemplos de este tipo de manipulación son: "eres demasiado sensible”, "eso nunca pasó”, o "estás exagerando”.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando el abusador no es nuestra pareja, ni nuestro amigo o un familiar?, ¿qué sucede cuando internalizamos esas afirmaciones y las dirigimos a nosotros mismos? ¿Estaríamos cayendo en el autogaslighting?
Para responder a estas preguntas, a continuación detallaremos en qué consiste el autogaslighting, cómo surge, cuáles son sus consecuencias y cómo podemos superarlo.
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¿Cómo se manifiesta el autogaslighting?
El autogaslighting se produce cuando interiorizamos el abuso del manipulador, asumimos su postura y comenzamos a hacernos gaslighting a nosotros mismos.
En este caso, las personas que lo padecen suelen manifestar este tipo de afirmaciones:
"Tal vez no fue para tanto”.
"No me creyeron porque no vale la pena creerme”.
"Lo que vivencié no fue un trauma real”.
"No debería sentirme así, estoy exagerando”.
"Estoy haciendo todo un drama por nada”.
"Ya debería haber superado esto, en lugar de que esté afectando todos los aspectos de mi vida”.
"Si yo tuviera más fortaleza, no me sentiría de esta manera”.
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Mujer pensando
Como vemos, se trata de apropiarse de la narrativa del abusador y aplicársela a uno mismo. En estos casos, se minimizan las emociones y la autopercepción de las situaciones personales, con el fin de demostrar que una experiencia del pasado tal vez no fue tan intensa o traumática como se recuerda. Esto provoca que la persona que se ejerce autogaslighting desconfíe de sus pensamientos.
Suele ser común en quienes crecen en un entorno abusivo o poco contenedor. Al no contar con alguien que reconozca y valide los propios pensamientos y estados emocionales, la persona cree que el problema no está afuera, sino en ella misma, cuando en realidad es todo lo contrario.
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La naturaleza invisible del autogaslighting
La alta incidencia del gaslighting y del autogaslighting se debe a su naturaleza invisible; lo cual los hace difícil de identificar. Y es que resulta muy fácil cuestionar las heridas emocionales de los demás, aunque tenga un gran coste para las víctimas.
Una vez que la persona internaliza la postura del manipulador, empieza a cuestionarse todas las cosas que suceden, a tal punto de dudar de sí mismo y de si realmente merece cuidados y cosas buenas.
Consecuencias del autogaslighting
Las personas que padecen tanto gaslighting y autogaslighting suelen padecer trastornos de ansiedad, depresión, confusión y vergüenza. La psicóloga Ingrid Clayton afirma que estos síntomas se llegan a experimentar como impostores, pues la persona cree que no están relacionados con nada "real” y, por tanto, asume que no debería sentirlos en absoluto.
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Esto puede crear una división dentro de la mente, como si convivieran dos personas dentro de la misma cabeza: por un lado, está aquella que tiene certeza de lo que sucedió y que siente un caudal de emociones; y, por el otro, está aquella que cuestiona los hechos, minimiza las emociones y se responsabiliza de todo. En otras palabras, la persona es víctima y victimario al mismo tiempo.
Hombre triste por autogaslighting
¿Cómo superarlo?
Puede que no seamos capaces de cambiar el pasado, pero afortunadamente podemos modificar la forma en que respondemos a él. Para Clayton, lo ideal es dejar de reconocerse como el problema, no aceptar la responsabilidad por los daños que nos han hecho y no dudar del valor o instinto propio solo porque otras personas nunca los validaron.
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Para ello, Clayton recomienda a todas esas personas que sospechen que puedan estar sufriendo autogaslighting, plantearse las siguientes tres preguntas claves:
Si te preguntas si tu trauma fue lo suficientemente malo como para sentirte tan mal como te sientes… Lo fue.
Si te preguntas si mereces apoyo o las cosas que has logrado… Lo mereces.
Si te preguntas si puedes recuperarte de una vida de gaslighting… Puedes.
No obstante, no siempre podemos superar por nuestra cuenta las heridas emocionales que dejan los traumas y la manipulación de otros. A veces, es necesario contar con el apoyo de un especialista en salud mental, el cual ofrece las herramientas necesarias para el afrontamiento y la superación de conflictos más profundos.