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¿Cómo le digo a mi hijo que tiene cáncer?


Trasmitir una noticia de esta naturaleza no es nada sencillo, principalmente porque nunca desearíamos ser portadores de la misma. Al sufrimiento que causa saber que un hijo tiene una enfermedad tan grave, hay que sumar la necesidad de informarle qué le ocurre; en consecuencia, es normal bloquearse, tener miedo o simplemente no saber cómo le digo a mi hijo que tiene cáncer.

Para la American Cancer Society, la edad es un punto clave a la hora del qué, cuándo y cómo informar a un niño acerca de la enfermedad.

Ellos son capaces de entender un tipo de comunicación u otro en función de su nivel de desarrollo cognitivo y emocional; según el momento evolutivo que atraviese, su cerebro estará preparado para procesar la información.


    La guía fundamental consiste en decir la verdad de una forma en la que los niños puedan comprender y prepararse ellos mismos para los cambios que sucederán en la familia.

    – American Cancer Society –


¿Cómo le digo a mi hijo que tiene cáncer?

La primera recomendación es que contactes con los profesionales que realizaron el diagnóstico. Ellos sabrán darte pautas y tal vez puedas beneficiarte del servicio de psicología y psiquiatría de tu hospital de referencia. Ahora bien, también existe una serie de pautas generales a seguir en función de la edad que tenga el menor.

De acuerdo con la American Cancer Society, los hijos necesitan conocer la siguiente información de carácter básico:
  •     Cómo será el tratamiento.
  •     En qué parte de su cuerpo se encuentra.
  •     Qué puede esperar que suceda a partir de ese momento.
  •     Qué nombre tiene el cáncer (leucemia, tumor del encéfalo, del sistema nervioso central, linfoma).

Para ello, busca un lugar, un momento tranquilo y evita las distracciones. Es posible que el niño tenga preguntas para las que necesite una respuesta. Tomate el tiempo de responder y planifica las posibles interrupciones, para evitar momentos incómodos.


    Si se detiene para contestar el teléfono, apagar la estufa o sacar al perro durante el momento en que el niño intenta tener una conversación abierta, puede que le resulte más incómodo volver a intentarlo.

    – American Cancer Society –


Debemos pararnos a reflexionar en un punto. Hay que entender que cada niño es distinto porque cada ambiente familiar en que crece también es distinto. Algunos chicos entenderán más rápido que otros lo que les ocurre; esto es normal.

Procura adaptar el lenguaje y el ritmo de la información a las características particulares de tu hijo. No obstante, la American Cancer Society establece una guía general para transmitir el desolador mensaje:

Niños de 0 a 2 años

A esta edad los niños se comunican fundamentalmente con mensajes táctiles y visuales; en consecuencia, les cuesta entender el concepto de cáncer. Es habitual que los pequeños de entre 0 y 2 años tengan miedo de estar lejos de sus figuras de referencia. ¿Cómo explicarles lo que sucede?
  •     Habla con él sobre lo que ocurre en ese momento.
  •     Infórmale sobre los procedimientos y las pruebas médicas antes de que llegue el día de la cita.
  • Que el niño sepa que siempre estarás a su lado es reconfortante.
  •     Dile cuánto tiempo permanecerán en el hospital y cuándo regresarán a casa.
  •     Busca formas atractivas y divertidas de suministrar el medicamento, puedes aliarte con libros o videos que le gusten y usarlos durante el tratamiento.

    Por ejemplo, hágale saber a su niño que la aguja dolerá un poco y que está bien llorar.

    – American Cancer Society –


Es importante poner el foco en lo que ocurre en este momento, porque pueden tener miedo de las pruebas médicas y del dolor que tienden a producir.

Niños de 2 a 7 años

A esta edad los pequeños son capaces de entender el cáncer si se utilizan conceptos simples. Comienzan a observar y aprender atendiendo a las relaciones de causa-efecto y, en consecuencia, pueden culpar de la enfermedad a un evento específico como no haber comido la verdura. Por ejemplo, «esto me ha pasado porque no comí el brócoli».

A estas edades también es normal que los chicos sientan miedo si están lejos de sus padres, ante las pruebas médicas o por quedarse en el hospital. ¿Cómo le digo a mi hijo que tiene cáncer?
  •     Hazle saber que estarás a su lado en el hospital y en casa cuando lo necesite.
  •     Asegúrate de que el niño comprenda que el cáncer no es un castigo por alguna de sus acciones.
  •     Cerciórate de que el equipo de profesionales que atiende a tu pequeño le trate bien y le ofrezca opciones y recompensas.
  •     Transmite a tu hijo que necesita un tratamiento que aliviará el dolor que siente. Di que el objetivo de la medicación es hacerse más fuerte.
  •     Explícale los procedimientos, las técnicas y las pruebas antes de que ocurran. Y coméntale que los médicos a veces tienen formas menos dolorosas de hacer las pruebas.
  •     Intenta emplear construcciones sencillas, como «hay unas células que son buenas y otras que son malas», para enseñar en qué consiste el cáncer. Puedes decirle que hay una competición entre dichas células.

    Si tiene 5 años le vamos a decir: el cáncer es una bolita que te creció o es una célula enemiga que está creciendo en tu sangre y vamos a luchar contra ella.

    – Doctora Sánchez –


Niños de 7 a 12 años

A esta edad los menores son capaces de comprender de forma básica el concepto de cáncer. Lo conciben con base a sus síntomas y en referencia a las actividades que les cuesta hacer en comparación con otros niños. Entienden que los medicamentos contribuyen a sentirse mejor.

En esta etapa, igualmente es normal que tengan miedo al dolor y es probable que acudan a otras fuentes de información como el colegio, la televisión o internet, para comprender qué les ocurre. ¿De qué manera hablarlo? Veamos a continuación:
  •     Explícale las células que causan el cáncer como «las células que causan problemas».
  •     Hazle saber que su cuerpo tiene diferentes tipos de células con diferentes trabajos de los que encargarse y que las «problemáticas» están «causando problemas» a las células buenas; es por esta razón que está en tratamiento: porque el médico le ayudará a combatir a las «células que causan problemas».
  •     Háblale de que es normal ponerse nervioso, estar harto de los procedimientos o llorar. Está bien sentirse así.
  •     Explora si ha escuchado o buscado información sobre el cáncer en algún sitio fuera del hospital y atiende a sus preocupaciones. Es importante asegurarse de que el menor dispone de la información precisa.


    El médico es el héroe de tu enfermedad, es el único que sabe, porque te ha visto por dentro. El internet sabe de otras personas, pero no de ti. Si tienes una duda, lo podemos llamar a cualquier hora y él nos va a responder.

    – Doctora Sánchez –


Niños de 12 años o más

A partir de los 12 los adolescentes ya son capaces de entender conceptos más complejos y de imaginar cosas que no les han pasado. Juegan con la fantasía y debido a ello pueden tener muchas preguntas.

Piensan en su enfermedad en términos de síntomas y entienden que los medicamentos son aliados para combatirlos, pero también pueden estar preocupados por los efectos secundarios de tipo físico, como la pérdida de pelo o las variaciones en el peso. Además, quizás quieran participar en la toma de decisiones. Entonces, ¿cómo le digo a mi hijo que tiene cáncer?
  •     Explícale el diagnóstico como una enfermedad en la que hay unas células que se vuelven salvajes y, en consecuencia, crecen mucho y muy rápido. A estas células salvajes los médicos las llaman cancerosas y se interponen en el camino del buen funcionamiento del cuerpo.
  •     El tratamiento médico eliminará las células salvajes cancerosas y los síntomas desaparecerán. Así el cuerpo volverá a funcionar bien.
  •     Aclara los procedimientos, las pruebas y sus efectos secundarios.
  •     Habla con el adolescente sobre cuáles son sus preocupaciones, sus emociones, sus pensamientos y sus miedos.


    Es mejor ser sincero respecto a los conocimientos que tienes. Puedes decir: «habrá cosas que yo no sé, pero podemos averiguarlas con los médicos».

    – Doctora Sánchez –


Es normal que estas situaciones nos desborden y nos cueste encontrar la manera de enfocarlas y de enfrentarlas. Existen profesionales que llevan años guiando a personas en desafíos de este tipo: médicos, enfermeras, psicólogos, trabajadores sociales. Te animamos a que te pongas en contacto con ellos. Por nuestra parte, queremos mandarte un abrazo gigante.




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