psicologia niños
apoyo emocional
psicologia adultos

Adolescentes con almas heridas y autolesiones, ¿por qué lo hacen y cómo podemos ayudar?


Cada vez existen más adolescentes que, para afrontar las vicisitudes de la vida, recurren a las autolesiones. Al autoinfligirse un daño físico (por ejemplo, mediante pequeños cortes), consiguen aminorar el dolor psíquico que experimentan y, en consecuencia, la angustia se reduce. La autolesión podría ser una conducta que ejerce un intenso efecto narcótico en estas personas.

Una autolesión es ‘una lesión ocasionada voluntariamente por la persona en sí misma. Es voluntaria y el objetivo dista de ser suicida’. Esta diferenciación respecto de la conducta suicida es muy importante, puesto que el objetivo de la autolesión dista de ser el de terminar con la propia vida. El adolescente, lo que busca al autolesionarse es, paradójicamente, hacer que «la vida duela menos».

    «Las cicatrices que no puedes ver son las que más me duelen».

    -Michelle Hodkin-

La autolesión: un peligroso bote salvavidas

Como resultado del creciente aumento de casos de jóvenes que reportan conductas de autolesión, se considera a este hecho un problema de salud pública global (Zaragozano, 2017). Entre las autolesiones más habituales encontramos los cortes y heridas cutáneas, infligir quemaduras, arrancarse el cabello, arañarse o ingerir sustancias tóxicas.

A veces, la conducta autolesiva gravita entorno a entidades clínicas bien definidas, como la depresión, la anorexia o el trastorno límite de la personalidad (TLP). Sin embargo, en otros casos se producen conductas autolesivas sin una causa clínica aparente. Además, conforme el adolescente crece, estas conductas parecen incrementarse. Asimismo, son más frecuentes entre las mujeres.

    «Mientras que los cortes en la piel preponderan en el sexo femenino, las quemaduras autoinfligidas lo hacen en el masculino».

    -J. Fleta Zaragozano-
¿Qué motivaciones se encuentran detrás de las autolesiones?

Como hemos comentado al comienzo del artículo, el objetivo de la autolesión física es de carácter eminentemente psicológico. Al autoinfligirse daños físicos, los adolescentes expresan su dolor psíquico. En este sentido, la autolesión podría configurarse como una «forma no verbal de expresión del sufrimiento» (Zaragozano, 2017).

    Se han encontrado hasta 6 tipos de motivación que podrían explicar potencialmente por qué un sujeto se autolesiona. De manera pedagógica vamos a explicarlas con un caso clínico.

    Para buscar el apoyo social de los familiares o las amistades; en definitiva, quien es significativo para el adolescente. Por ejemplo, Andrea es una paciente de 21 años que al autolesionarse suele mencionar que «si te vas y me abandonas, me haré daño».
    Como forma de castigo. Andrea verbaliza que «me corto porque doy asco, soy incapaz de conseguir cosas buenas en esta vida, no merezco tener la familia que tengo ¡Se portan tan bien conmigo! Y mira cómo les pago su apoyo. Me corto porque soy una mala hija». Como podemos apreciar, los pensamientos de Andrea son extraordinariamente disfuncionales y generadores de malestar.
    Con el objetivo de aminorar el dolor psicológico. La paciente suele mencionar también que «a veces la única forma que tengo de ‘dejar de sentir’ tanta angustia es lesionándome. Así, puedo enfocarme en el dolor del corte en vez de la angustia. Es un dolor más tangible y real».
    Como comportamiento parasuicida. Cabe mencionar, que este comportamiento dista de perseguir el objetivo del suicidio. Podría describirse como ‘un flirteo con la verdadera conducta suicida’. Andrea verbaliza que «me corto muy cerca de la última cicatriz. Cada vez intento que sea profunda, pero ¡no me atrevo! Soy incapaz de acabar con mi vida». Es decir, la persona tiene motivos para seguir viviendo, a pesar del dolor.
    Porque se sienten extremadamente «vacías». Esta emoción se ha descrito de manera extensa en el contexto del TLP. La autolesión sería una forma de «llenar el vacío» con algo, aunque ese algo sea doloroso. Andrea menciona en alguna ocasión que «a veces me siento tan sola y vacía que me autolesiono. Me hace sentir un poco más viva. Me hace sentir algo distinto del vacío».

Importancia de una evaluación rigurosa frente a las autolesiones

Cada autolesión es significativa desde un punto de vista clínico. En este sentido, a los comportamientos autolesivos se le debe prestar una atención muy sosegada y reflexiva, con independencia de la motivación que haya detrás.

La línea que separa la conducta parasuicida del suicidio consumado es delgada y, como consecuencia, puede terminar en tragedia. Es por ello que se debe hacer una evaluación rigurosa del paciente y encontrar la intervención que mejor se ajuste a sus características.

    «Parece que no tenga el control de nada, pero tengo el control de mi cuerpo».

    -Karen Carpenter-
Intervenciones eficaces

Existen hasta cinco tipos de intervención que se han encontrado eficaces para tratar las autolesiones (y las entidades clínicas acompañantes, si las hubiera). En este sentido, se proponen las siguientes (Zaragozano, 2017):

    Las intervenciones con base en solucionar problemas persiguen la resolución de un déficit que a menudo plantean los adolescentes: la resolución eficaz de los conflictos. Para ello, se entrena al adolescente de manera que identifique y caracterice los problemas, genere soluciones para los mismos, implemente dichas soluciones y evalúe su impacto.
    La terapia cognitiva conductual (TCC) es una intervención altamente eficaz en este contexto. Su objetivo es modificar el modo en que el adolescente percibe los eventos vitales, de forma que las interpretaciones que realiza sean más saludables y se conviertan en motores de bienestar.
    El entrenamiento en habilidades sociales busca cambiar el método en que el adolescente se relaciona con el entorno. El objetivo es comunicarse con efectividad y asertividad y no mediante la autolesión.
    La terapia de familia puede ser, potencialmente, una intervención con un beneficio extraordinario. El fin que persigue es el de facilitar soluciones a los conflictos que nacen e impactan en el seno de las interacciones en la familia, a través de una mejora en la comunicación.

En casos de autolesiones en el entorno, toca ayudar sin ser excesivamente intrusivos

Nos gustaría destacar que, en caso de que el lector haya observado autolesiones en algún familiar o amigo, tenga tacto a la hora de comunicarse con la persona. Es importante hacerle ver que «se está disponible» si la persona lo necesita. Sin ser intrusivo en exceso, ya que podría aumentar el nivel de angustia.

En este sentido, una buena recomendación sería que la persona que se autolesiona contacte con su profesional de confianza puesto que podría serle de ayuda.


Copyright © 2023 Todos los derechos reservados a:Atención psicólogica especializada para niños y adolescentes en Comas

Desarrollo Web Websystem