La Bulimia Nerviosa (BN), como hemos comentado en la introducción, es considerado un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA). A modo de resumen, podríamos decir que es un trastorno donde se producen atracones y compensaciones (APA, 2013):
Además, para poder considerar que se trata de BN estos atracones se tienen que producir, por lo menos, una vez a la semana durante, al menos, un mes.
En cuanto a los síntomas, además de los ya mencionados, también se suele producir una alta preocupación sobre el peso, distorsión de la imagen corporal, insatisfacción con el peso, autoexigencia, historial de dietas fracasadas en el pasado, etc. (Hernando, 2000).
Aunque este trastorno pueda guardar similitudes con otros trastornos de la alimentación, lo cierto es que es bastante diferente. A continuación, mencionamos las diferencias más notorias:
Si nos fijamos en las últimas investigaciones publicadas, podemos ver que es un trastorno más común en mujeres que en hombres y que su inicio suele ser más tardío que el de otros TCA.
Una guía publicada en el año 2022 por Aguaiza y Alarcón establece que la prevalencia varía bastante de unos estudios a otros. Sin embargo, lo que sí está claro es que en los últimos años la prevalencia se ha multiplicado por diez y este dato es realmente preocupante.
En referencia a la prevalencia por países, un estudio citado en esta guía y realizado en Gran Canaria (España) puso de manifiesto que podría llegar a ser de hasta el 4.11% y que en México esta prevalencia puede llegar a situarse entre el 6.4 y el 15.3%.
Otros datos interesantes que podemos extraer de esta guía es que la bulimia suele ser más prevalente que la anorexia y que entre el 90 y el 95% de los casos son mujeres.
En cuanto a las consecuencias, como te imaginarás son muchas y algunas de ellas pueden llegar a ser muy graves e incluso provocar la muerte. Las consecuencias son derivadas tanto de los atracones como de los comportamientos compensatorios.
Tal y como manifiesta Hernando (2000) a nivel médico, las consecuencias más comunes son: hipopotasemia (por las purgas), acidosis (por el uso continuado de laxantes), bajos niveles de azúcar, problemas cardíacos, elevación de los niveles de amilasa, problemas en el esófago, problemas en las piezas dentales, colon irritable, edemas, hernia de hiato, etc.
A nivel psicológico se pueden producir problemas de ansiedad, depresión, distorsión de la propia imagen corporal, problemas para relacionarse con otras personas, problemas para dormir o conciliar el sueño, etc.
Hay diferentes tipos de tratamientos. Una de las terapias que ha demostrado ser más eficaz para el tratamiento de este trastorno es la Terapia Cognitivo Conductual o TCC. Se ha visto que puede reducir tanto la frecuencia de los vómitos u otros comportamientos compensatorios como la frecuencia de los atracones (Sierra, 2005).
En la TCC lo que se pretende es que la persona recupere un peso saludable si es que estaba en bajo peso y que aprenda formas saludables de alimentación. Asimismo, también se enseñan herramientas para realizar una correcta gestión emocional, pautas para evitar los comportamientos compensatorios, reestructuración cognitiva para, entre otras cosas, la distorsión de la imagen corporal, etc.
Además, en la mayoría de los casos es necesaria una intervención multidisciplinar, ya que se pueden llegar a necesitar fármacos (por ejemplo, ansiolíticos o antidepresivos) y la intervención de personal médico. Debemos tener en cuenta que, en muchas ocasiones, estas personas sufren consecuencias médicas graves que deben ser tratadas.
En PsicoGlobal, tratamos la bulimia siguiendo los protocolos de la terapia cognitivo conductual de foma online, consiguiendo los mismos objetivos que en la terapia presencial.
La bulimia nerviosa es un trastorno que se caracteriza por la presencia de atracones y de comportamientos compensatorios por el miedo a subir de peso. Aunque los vómitos son el comportamiento compensatorio más asociado a la bulimia, no es el único, ya que hacer deporte de manera obsesiva, utilizar laxantes o diuréticos, también son comportamientos compensatorios.
Debemos tener en cuenta que es una enfermedad muy prevalente y que tiene unas consecuencias muy negativas para las personas que la sufren. Por ello, es de vital importancia poder identificarla a tiempo para que estas consecuencias médicas no generen alteraciones irreversibles.
Otro aspecto a tener en cuenta es que, muchas veces, los atracones se hacen a modo de "ingesta emocional”. La ingesta emocional se produce cuando una persona come como método para gestionar sus emociones. Por ello, en las intervenciones o planes de tratamiento se debería tener esto en cuenta porque será de vital importancia que las personas afectadas aprendan a gestionar sus emociones sin hacer uso de la comida.